Innovación

Mejorando continuamente la atención.

En las residencias del grupo Sumavida desarrollamos cada año programas pioneros para mejorar continuamente la atención.

Programa de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP)

Las Residencias del Grupo Sumavida, MONTEPINAR y MONTECANTALAR fueron los primeros centros de la Región de Murcia en recibir la certificación de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP) por parte de la Fundación Pilares para la autonomía personal, reconocida como un referente nacional en la AICP.

Un nuevo modelo de residencias

La atención integral centrada en la persona busca asegurar un conjunto de apoyos y de cuidados de calidad ajustados a las necesidades y deseos de las personas.

Uno de los objetivos que se pretende con la implantación de este modelo es profundizar en el conocimiento humano del usuario, motivo por el que obtuvo información acerca de las historias de vida de cada uno de ellos, que favoreciese la confección de planes de atención y cuidados individualizados consensuados con los propios residentes, convirtiéndose así en protagonistas de su propia vida y ampliando la capacidad en la toma de decisiones a todos aquellos ámbitos que tienen que ver con aspectos que les afectan en su día a día y en su vida en el centro.

Cambiar de casa

Otro de los aspectos que contempla este programa además de la promoción de la capacidad del usuario para decidir sobre su propia vida, consiste en conseguir que el centro se convierta en su hogar, y que lo sienta como tal. Para ello se ha trabajado intensamente en la transformación ambiental de los espacios, favoreciendo entornos más reducidos y personales, donde el confort y el ambiente hogareño sean los predominantes.

Del mismo modo, con la creación de unidades de convivencia el residente pasa a ser un agente activo de su propio cambio, disponiendo de libertad para incorporar elementos decorativos que le ayuden a sentirse como en casa, o que cambien la percepción traumática de un ingreso en un centro residencial a una mudanza de hogar.

Programa desatar

La Residencia de ancianos y mayores Montepinar ha sido la primera residencia en la Región de Murcia en conseguir la acreditación como Centro Libre de Sujeciones que otorga la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

Esta distinción se otorga a centros que consiguen retirar las medidas de sujeción mecánica que se emplean con las personas mayores con la finalidad de prevenir conductas disruptivas o evitar caídas.

En enero de 2018 iniciamos el programa “Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer” y tras llevar a cabo un proceso de estudio de sujeciones, prevención de caídas y adaptación del entorno, ha conseguido eliminar las medidas de sujeción física y racionalizar el uso de psicofármacos (considerados como sujeciones químicas).

En España, existe un uso excesivo e inadecuado de sujeciones tanto físicas como químicas en personas mayores dependientes y, sobre todo, con demencias y enfermedad de Alzheimer. Las personas sometidas a estas sujeciones se enfrentan a una pérdida de autonomía, dignidad y autoestima. Por tanto, eliminar o reducir al mínimo su uso debe ser una prioridad para los centros que se dedican al cuidado de estas personas. Más aún cuando existen medidas alternativas válidas y seguras, que han demostrado que vivir sin sujeciones es posible.

El programa desatar nos ha supuesto mucho más que el propio hecho de retirar progresivamente las sujeciones. Nos ha obligado a cambiar nuestra filosofía de atención, al pasar de una atención basada en la tipología de los usuarios, a una atención centrada en la persona: el Centro debía, con la implantación del programa, adaptarse a la persona y no la persona al Centro. Ello nos obligó a hacernos especialistas de verdad en el alzheimer y otras demencias, para comprender caso por caso y residente por residente el porqué de sus conductas.

Programa de mejora nutricional

El año 2019 iniciamos un programa de mejora nutricional enfocado a mejorar y equilibrar todos aquellos aspectos relacionados con la alimentación de los residentes.

El programa se llevó a cabo con el asesoramiento de la Dra. Marta Garaulet, Catedrática de Nutrición de la Universidad de Murcia, y figura destacada en el ámbito de la Nutrición a nivel internacional.

Se llevó a cabo una profunda evaluación de los menús de la residencia y se diseñaron nuevos menús a partir de los anteriores, ajustándose para que fuesen más saludables, equilibrados y basados en la Dieta mediterránea, conteniendo la energía, macronutrientes y vitaminas y minerales recomendados para el tipo de población existente en la residencia.

Se introdujeron, entre otras, las siguientes mejoras en los menús:

  • Mejora del “Score de Dieta Mediterránea”, aumentando el consumo de pescado, fruta y verduras.
  • Se aumentó en número de alimentos ricos en vitamina D y ácido fólico (vitaminas normalmente deficitarias en la población mayor): leche entera, verduras, legumbres, pescados, frutas frescas y frutos secos.
  • Se eliminó completamente la bollería industrial en desayunos y meriendas y se sustituyó por bizcochos caseros.
  • Se eliminaron los zumos comerciales y se sustituyeron por zumos naturales recién exprimidos.
  • Se incorporaron smoothies (batidos) a base de zumo natural de naranja mezclados con otras frutas naturales o verduras, o a base de yogur mezclado con frutas naturales. Se dan diariamente a los residentes, a media mañana los primeros, y a media tarde los segundos.
  • Se disminuyó la ingesta de grasas a niveles recomendables (-50g/día). Se redujeron al máximo los preparados fritos sustituyéndolos por alternativas más saludables cocinadas al horno o a la plancha.
  • Se incrementó la energía en los desayunos y se disminuyó en las cenas.
  • Se pusieron dispensadores de líquidos en los salones de la residencia para incrementar la hidratación de los residentes.

Por último, se desarrollaron protocolos de evaluación nutricional del residente y de cribado de malnutrición, implementando métodos de evaluación de la desnutrición, identificando a los residentes de riesgo, desarrollando herramientas de cribado nutricional y estandarizando planes de intervención y de monitorización de la evolución de residentes con problemas nutricionales.

Programa de racionalización de la medicación

Las personas en edad avanzada padecen con frecuencia múltiples enfermedades crónicas asociadas a polimedicación. Este hecho conlleva un mayor riesgo de utilización de medicamentos inadecuados, de interacciones y de reacciones adversas a los mismos.

Uno de los grandes problemas con los que nos encontramos hoy en día, es que los médicos especialistas no tienen en cuenta la medicación que han pautado otros, y así, de forma sucesiva, se van sumando medicamentos que o bien no son necesarios, o bien, provocan efectos secundarios e interacciones que generan “nueva sintomatología que parece una nueva enfermedad”.

En el año 2017 iniciamos un proceso de revisión estricto de la medicación consumida por cada uno de nuestros residentes y nos pusimos como objetivo reducir en un 20% el número de medicamentos consumidos diariamente.

Para la realización de este proyecto seguimos el Cuestionario HAMDY para la interrupción de fármacos en la revisión de la medicación y los Criterios de BEERS, que son una relación consensuada de fármacos que se consideran inapropiados en el ámbito de la geriatría por presentar un perfil beneficio/riesgo desfavorable.

A finales del año 2017 conseguimos superar el objetivo propuesto obteniendo una reducción promedio del 21,9% del número de medicamentos promedio consumidos diariamente por cada residente.

Nuestra finalidad es conseguir un uso adecuado de los medicamentos y su correcta administración, ya que es parte integral de una gestión eficiente de las enfermedades crónicas, para alcanzar como objetivo común final, maximizar la seguridad de los pacientes y su calidad de vida, así como la efectividad y la eficiencia de los tratamientos.

En la actualidad realizamos una revisión continua de la medicación para minimizar su utilización, tanto al ingreso del residente como en las evaluaciones de seguimiento, haciendo especial hincapié en que exista un uso adecuado y justificado de psicofármacos.

“La vejez no es una enfermedad, y por tanto, no se trata con medicamentos”.